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Estamos ya en pleno otoño, con todos los cambios que esto implica, tanto a nivel físico como emocional. Tras un periodo estival especialmente caluroso, nuestro cabello se ha resentido más de lo habitual y por estas fechas experimentará una caída espontánea que afecta mayormente a mujeres, aunque también los hombres también lo notan.
Perder pelo en otoño es normal, son procesos transitorios y estacionales que se conocen como efluvios telógenos y tienen una duración de entre dos y tres semanas. Durante los efluvios pueden llegar a caerse hasta cien cabellos al día y simplemente es indicativo de que nuestro cabello se está regenerando. Estos procesos pueden verse agravados tras un verano de gran exposición solar, salitre y cloro.
No obstante, esta caída estacional del cabello no debería causarnos ningún problema. No se trata de una pérdida total del pelo, sino de una caída algo más abundante de lo normal. Es un proceso natural que comienza durante la primavera, cuando es frecuente que muchos cabellos mueran. Tres meses después, en otoño, caen y nacen otros nuevos.
Por otro lado, hay que estar alerta a algunas señales que pueden indicar que el problema es más serio de lo que parece. La almohada llena de pelos, un mayor número de cabellos en el desagüe de la ducha, una caída que se prolongue más de 3 meses, la pérdida de densidad de la melena o las calvas pueden alertarnos de que es necesario consultar con un profesional. Si la caída del pelo se convierte en algún tipo de alopecia es imprescindible que un dermatólogo experto en tricología valore el problema para hallar la solución más adecuada.
De todas formas, lo más habitual es que se trate de una pérdida temporal y reversible, que podemos minimizar si seguimos algunos de estos consejos para hacer frente a la caída:
• Cepíllate el pelo antes de lavarlo. Con este gesto eliminas la suciedad y los enredos antes de lavar el cabello y evitarás que se rompa.
• Acuéstate siempre con el cabello seco para evitar la humedad que resta vitalidad en el pelo y crea enredos y roturas.
• Masajea tu cuero cabelludo. Esto mejora el riego sanguíneo y, por consecuencia, la oxigenación y nutrición en la vaina epitelial.
• Evita coletas, trenzas y recogidos tensos. Este tipo de peinados desestructuran la fibra capilar.
• Lávate el pelo las veces que necesites: Lavarse el cabello no va a hacer que se caiga más. Incluso, si se hace deporte, se puede lavar dos veces al día sin problema.
• Suplementos vitamínicos y fármacos: Aunque lo recomendable es esperar a que el cabello se recupere solo, en algunas ocasiones se hacen necesarios los complementos vitamínicos.
Siguiendo estas buenas prácticas, e igual eligiendo un buen suplemento específico para fortalecer nuestro cabello conseguiremos llegar a la primavera con nuestras cabelleras en plena forma.
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